Ella fue mi más cercana coolaboradora, nos juntábamos a menudo en su hogar, junto a su nieta Susan y a su marido Pedro Vargas, nativo de Chiloé, tomábamos mate cerca del fuego, mientras la lluvia sempiterna empañaba los vidrios.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)

No hay comentarios:
Publicar un comentario